“Hacer un podcast”. Este objetivo, sino fue el primero, estoy seguro que estuvo entre los primeros cinco anotados en una libreta en un momento de “redefinición existencial” durante los días más álgidos e inciertos de la pandemia. Y, si lo vemos en perspectiva, esto tenía toda la lógica del mundo. Mi propósito personal —y el que permea a todas las empresas que lidero— es aportar conocimientos para el éxito. Y qué mejor momento para poner de manifiesto este propósito que creando un espacio personal que, aparte de despejar a las personas de sus preocupaciones del momento, las inspirara y les diera un poco de luz para seguir adelante en un momento donde nada estaba claro.
Durante el proceso de exploración y definición de este objetivo, evalué varios formatos y exploré las posibilidades de hacerlo conjuntamente con algunas personas afines. Y, al igual que todo el que va a iniciarse en una actividad deportiva o rutina de ejercicio, adquirí todos los aditamentos habidos y por haber para los fines. Me atrevería a decir que, aún transcurridos más de dos años, sigo siendo una autoridad en micrófonos para hacer podcasts desde casa. Asimismo, empecé a investigar en el internet sobre cómo hacer podcasts efectivos.
Los meses pasaron, y, si bien a nivel de nuestras empresas entiendo que cumplimos cabalmente nuestro objetivo de apoyar desinteresadamente a nuestros clientes, y, en lo personal, cumplí prácticamente todas las metas del bucket list, el podcast se quedó en una especie de hold o standby. Aunque confieso que no pasaba una semana en que, al menos por un instante, me recordase de aquella meta pendiente, sobre todo cada vez que veía algún podcast. Lo más parecido al fenómeno que les describo es el que sucede cuando compras un vehículo de una marca y, de repente, te empiezas a dar cuenta de todos los vehículos iguales al tuyo que hay ahí afuera. La realidad es que, al escribirlo en esa libreta, yo ya había activado esa meta en el subconsciente y, por lo visto, ya no había vuelta atrás. Ese proyecto inconcluso era como mi sombra. Ya era parte de mí, por lo que, por más que le huyese, siempre estaría a mi lado…
Un día, me encontré en una actividad con un amigo publicista quien conversaba en ese momento con un joven colega suyo, y empezamos a conversar los tres. En algún momento de aquella plática informal, el colega de mi amigo me comentó que, entre otros servicios, su esposa asesoraba en la creación, lanzamiento y gestión de podcasts. Sin pensarlo mucho, inicié contacto con ella y, luego de comprobar que había “química” para trabajar juntos, así como validar su nivel de formalidad, conocimiento y experiencia en el tema, ejecuté la estrategia que no me falla cuando me atemoriza aplazar algo que quiero hacer: asumir un compromiso económico. Ese fue el primer paso de lo que hoy es el podcast Dejando Huellas con Ney Díaz y cuyo primer episodio, en el que entrevisto a la destacada arqueóloga y abogada dominicana Kathleen Martínez, se estrena hoy en todas las plataformas de podcasts. Kathleen, con su inspiradora historia en la búsqueda de la tumba de Cleopatra en Egipto, no puede ser una mejor representante de lo que procura ser este podcast: un espacio íntimo para conocer y aprender de la mano de personas que han iniciado su viaje hacia la excelencia, roto esquemas, retado paradigmas y, sobre todo, dejado huellas en las vidas de otros.
Les puedo decir que el camino recorrido para lanzar este podcast, con los estándares y profesionalidad a los que estoy acostumbrado hacer las cosas, no ha sido fácil. Creo que, para una persona de la generación X, hacer un podcast con calidad es lo más parecido a jugar golf: uno lo ve sencillo hasta que coge un palo e intenta darle por primera vez a la pelotita. Prácticamente todo ha sido nuevo para mí en el proceso. Y he tenido que renunciar a varias cosas tales como mi inclinación natural a querer controlarlo todo. He tenido que aprender a dejarme guiar como un simple novato por personas mucho más jóvenes que yo pero con más experiencia, recordar que las cosas no tienen que salir perfectas de la primera y repetirme mil veces que todo irá tomando forma en el camino. Resulta interesante que ni siquiera mi experiencia de seis años con un programa de televisión en mi juventud ha sido de mucha utilidad. Todo en este mundo de los podcasts es nuevo para mí y, en algún momento, me he sentido como Sócrates cuando decía: “Yo solo sé que no sé nada”. Pero la gran realidad es que me he disfrutado como un chiquillo esta nueva incursión fuera de la zona de confort. Y todo lo aprendido y desaprendido en el proceso. Estoy más que satisfecho e ilusionado con el producto final que hemos logrado.
¿Por qué les comparto esta historia personal? Porque no quisiera desperdiciar esta experiencia tan gratificante para inspirarles y motivarles, aunque sea un poco, a que “activen” sus sueños y metas. Es decir, escríbanlos, repásenlos y recuérdenlos constantemente por más difíciles o lejanos que parezcan o por menos tiempo que entiendan que disponen para ellos. El solo hecho de tenerlos pendientes mantendrá su subconsciente en alerta buscando la brecha u oportunidad para activarlos. Piensen por un momento qué hubiese pasado si yo no hubiese tenido ese “pendiente” en mi bucket list. Quizás aquella mención de aquel joven acerca de a qué se dedicaba su esposa hubiese pasado desapercibida. Sin embargo, no fue así.
Otro aprendizaje que he adquirido en este proceso es que las cosas tienen su momento perfecto. Quizás, si hubiese empezado de forma informal e improvisada durante el confinamiento, aquel proyecto se hubiese disipado conjuntamente con los niveles de riesgo y hubiese caído en el baúl de los proyectos abandonados de pandemia. Por último, más que un aprendizaje, les comparto una reflexión: no subestime las cosas por sencillas que parezcan, y, siempre que las circunstancias lo permitan, busque apoyo y pida consejos. Recuerde la famosa frase: “Ninguno de nosotros es más inteligente que todos nosotros”.
Espero que Dejando Huellas con Ney Díaz sea de su agrado. Y está de más decir que su retroalimentación es bienvenida. Pueden escucharlo o verlo en su plataforma preferida accediendo aquí:
Excelente, tenía mucho no disfrutaba de tu reflexiones y ahora en posdata, tenemos que actualizar conocimiento y siempre aprender de la gen ración x gracias por compartir