Una Pregunta Inesperada…

La semana pasada recibí uno de esos correos electrónicos que tienen la facultad de paralizarte por unos segundos.

Este decía así:

“Estimado Sr. Díaz:

Mi nombre es XXXXXX y soy estudiante de término de administración en la universidad XXXXXX. Siempre que puedo leo sus editoriales en GESTION ya que visito su página web regularmente para enriquecerme con sus interesantes artículos y reportajes. El motivo del presente email es decirle que su último editorial titulado Estar en el Globo será para mí una especie de guía para el éxito. De hecho, lo he impreso y colgado en la pared frente a mi escritorio para que no se me olvide nunca. Hablando de éxito, y disculpe la pregunta señor Díaz, ¿qué hay que hacer para ser una persona exitosa como usted?”

La pregunta me dejó pasmado por diez segundos… Transcurridos estos, una especie de sonrisa irónica llegó a mi rostro, pues pensé en lo relativo que es el concepto de éxito dependiendo del entorno, contexto y coyuntura de la persona. Pensé también en cómo esa misma pregunta me gustaría hacérsela en privado a varios de los grandes empresarios locales que más admiro. Y además pensé que seguro que estos mismos grandes empresarios locales harían lo que sea por poder hacerle la misma pregunta a Jeff Bezos, Warren Buffet, Larry Ellison o Bill Gates, sólo por mencionar algunos. Pero por cortesía, y por corresponder de alguna forma a este joven sentí la obligación no sólo de responderle, sino de tratar de aportarle algo que justificase su esfuerzo.

Esta fue mi respuesta:

“Estimado XXXXXX:

Muchas gracias por tu email. Me alegro que te haya gustado el editorial y que te haya aportado a título personal y profesional, pues esa es precisamente la intención. Te comento que puedes leer gran parte de los anteriores en http://bit.ly/OCeQ7Q. Espero que te resulten de igual interés. Respecto a tu pregunta, la respuesta es muy difícil para mí responderla, pues en primer lugar no me considero una persona exitosa, sino más bien en continuo aprendizaje y crecimiento. Segundo porque considero que el éxito es un estado mental, no una suma de elementos. Y tercero, porque no creo mucho en las recetas para el éxito, pues como dice Ortega y Gasset cada individuo es él y sus circunstancias. No obstante, te comparto diez reflexiones y consejos personales que me han ayudado. Te aclaro que ‘no están todos los que son’ pero ‘si son todos los que están’. Espero que resulten de utilidad.

1)      Lee cada vez que puedas ‘El Mensaje a García’ y convierte el deseo de ‘resolver’, a pesar de las circunstancias y los obstáculos, en un dogma o regla de vida.

2)      Haz las cosas como si nunca fueses a recibir ninguna motivación para hacerlo, ni ningún reconocimiento por haberlo hecho. Y si eso que haces es para alguien, tampoco esperes gratitud alguna. De esta forma, si cualquiera de los tres suceden siempre recibirás una agradable sorpresa. Y si no suceden pues no pasó nada.

3)      ¡Enfócate! Siempre será preferible ser el mejor o de los mejores en algo que ser bueno en muchas cosas. Como dicen por ahí ‘no se logra mucho teniendo un mar de conocimientos con un centímetro de profundidad…’

4)      Comparte lo más que puedas con personas que te aporten, no que te resten. Y con aportar me refiero a aspectos valiosos como conocimientos, información, inspiración, energía, etc. Y sobre todo no tengas miedo, como hiciste en este email, a preguntar. Nadie nació sabiendo y muy pocos han nacido con todos sus problemas resueltos.

5)      Cultiva y trata de ejercer la sencillez como un atleta de alto rendimiento practica sus rutinas. De esta forma será parte integral de tu forma de ser. Y si algún día fracasas, muchos no se alegrarán, e incluso existe la posibilidad de que algunos te tiendan una mano amiga.

6)      No importa lo que logres, bajo ninguna circunstancia pierdas la humildad para aprender y sobre todo para decir ‘no sé’.

7)      Ten presente que un buen indicador de que estás logrando tus objetivos, es que cada vez los problemas que te quitan el sueño son mayores. Así que en lugar de amargarte cada vez que surgen, asúmelos como los que son: una parte inevitable del camino a tu objetivo.

8)      Cuida celosamente tu reputación y credibilidad, pues estos son como el terreno fértil el cual si es bien mantenido da frutos, y de diferentes variedades, por muy largo tiempo.

9)      Ten presente que no hay peores condenas con la que pueda cargar un individuo, que el tener complejos y sentir envidia por los demás. Sobre esto último te añado algo más: no todo lo que brilla es oro.

10)   Ante la posibilidad de escoger dos caminos hacia un objetivo trata, siempre que las circunstancias lo permitan, de escoger el más largo y el más difícil. En el camino difícil es donde está el aprendizaje, los resultados permanentes y la gratificación verdadera.

Sin otro particular y reiterándome a las órdenes te saluda,

Ney Díaz”

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