Ocho “sugerencias utilitarias basadas en la experiencia”…

Hace poco menos de una semana tuve el gran honor de ser el orador invitado en la ceremonia de graduación del colegio de mi hija. A la hora de redactar este discurso, me inspiré en los consejos que me hubiese gustado recibir a esa edad, pero varias personas que lo escucharon me comentaron que este discurso aplica para cualquiera y a cualquier edad. Otros me han comentado que, ya sea que se visualice como una exhortación o como un recordatorio, este se trata de una especie de manual para el éxito integral en la vida. En ese sentido, y motivado por estas personas, me permito compartirlo con ustedes (ligeramente recortado para ahorrar espacio). Espero que sea de su agrado.

Estimado graduando. Antes de iniciar, quiero comentarte que a estas alturas, habiendo sido yo teenager y tio de teenagers, y claro está, actualmente padre de una teenager, he hecho el gran descubrimiento científico de que existe una frase corta que al decirla un adulto tiene la capacidad de generar en los teenagers una serie de respuestas biológicas negativas de envergadura. Entre estas se destacan el bloqueo de todos los circuitos cerebrales, la desactivación de la conexión neuronal entre los oídos y el cerebro y el desarrollo de la ira. Esa frase con esta gran capacidad es: “Te voy a dar un consejo”. Y si por casualidad de la vida, esta frase la expresa un padre, las manifestaciones biológicas anteriores pueden tener dimensiones casi catastróficas. Así que, como no quiero que tu salud se afecte en esta noche tan especial, te informo que a los puntos que voy a compartirte a continuación les he puesto un nuevo nombre: “sugerencias utilitarias basadas en la experiencia”.

Quisiera aclararte también, que todas las “sugerencias utilitarias basadas en la experiencia” que te compartiré aquí esta tarde, tienen tres orígenes: en primer lugar, los valores y principios aprendidos de mi familia y del colegio los cuales la vida se ha encargado de confirmarme y revalidarme. En segundo lugar, los muchos aprendizajes y lecciones que hasta el día de hoy sigo recibiendo todos los días. Y, en tercer lugar, lo que he aprendido interactuando diariamente con grandes líderes debido a mi línea de negocio. Dicho todo esto, procedo a iniciar.

Primera sugerencia: Usa positivamente tu poder. A pesar de tu corta edad, ya tienes un gran poder en tus manos. Ese poder, lo constituye el haber tenido acceso a una educación de primera categoría y la cual te permitirá en el resto de tu vida no solo absorber nuevos e innumerables conocimientos, sino también, te brindará la capacidad y el criterio de analizarlos, validarlos y aplicarlos. Esa educación, que estoy seguro que en algunos momentos diste por sentado, te coloca en el 5% de la población del mundo. Pero tal como dijo el tío Ben en Spiderman: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Esa gran responsabilidad que tú tienes es la de retribuirle al mundo y a la providencia este gran privilegio que has recibido, siendo lo mejor que puedas en todo lo que hagas y aportando y ayudando con tus talentos y los conocimientos que recibirás, al otro 95% de la población.

Segunda sugerencia: No te transes solo por lo suficiente. Tú y todos los jóvenes de tu generación tienen la gran oportunidad de entrar a la adultez, poder estudiar y desarrollar sus carreras en medio de lo que ya por conceso se considera la Cuarta Revolución Industrial, una era marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas y que anticipan que cambiará el mundo tal y como lo conocemos. Por razones de tiempo no pienso robarte ni un segundo explicándote las implicaciones que todo esto tendrá. Para eso está Google. Solo te puedo decir que las oportunidades serán infinitas, pero a su vez el mercado laboral y el mundo empresarial serán totalmente distintos a los de hoy. Por primera vez, gracias a la tecnología, la competencia será realmente global y claro está, cuando uno compite con los mejores del mundo la excelencia es la norma. Es decir, ya no basta con ser del promedio, pues ni siquiera ser excelente será una garantía de éxito, sino apenas el requisito mínimo para ser una opción a considerar. Ante un escenario así, ¿crees que merece la pena hacer apenas lo mínimo y no esforzarte?

Tercera sugerencia: Aférrate siempre a tus principios y valores. Te aseguro desde ahora, que a lo largo de tu vida te encontrarás con docenas de situaciones donde tus valores y principios se pondrán a prueba. Incluso me voy más allá. Habrá posiblemente situaciones en las que, en apariencia, hacer lo correcto o decir la verdad te perjudicará o incluso te traerá consecuencias. No obstante esto, no traiciones tus principios y valores, no vendas tu conciencia, ni negocies tu palabra. Si algo te puedo decir con total certeza a estas alturas, es que más temprano que tarde todo lo incorrecto y lo falso cae por su propio peso, y también, que la verdad siempre aflora. Pero, sobre todo, te aseguro que las aparentes consecuencias de haberte mantenido firme a tus principios y valores te abrirán nuevas puertas y oportunidades mejores que las que perdiste. Otra cosa muy importante, jamás sustentes tus logros y tu avance en el fracaso de los demás, pues nada es más efímero que el éxito basado en haber perjudicado o maltratado a otra persona. Siempre sé ético, aunque en tu entorno esa no sea la norma, pues el hecho de que la mayoría haga algo indebido no quiere decir que esto sea lo correcto. Más vale la tranquilidad de ir por la vida con la conciencia tranquila que todo el dinero del mundo.

Cuarta sugerencia: Olvídate de merecer: Con esta sugerencia te tengo una mala y una buena noticia. La mala noticia es que a partir de ahora y por un largo tiempo, es muy probable que el 80% de todo lo que hagas excelentemente bien nadie lo va a notar. Y que, además, del 20% que sí noten, el 19% de esto nadie te lo va a reconocer. O al menos, no lo suficiente para darte una medalla, una placa, un pergamino o una mención honorífica. Así que con una probabilidad de apenas el 1%, el hacer las cosas para que otros te pasen la mano por la cabeza, te den dos palmaditas en el hombro y te digan “muy bien” no debe ser el factor motivador. La buena noticia es que esto no importa. El hacer las cosas dando siempre tu 100% tiene un efecto incremental y exponencial y a esto se le llama el efecto acumulativo. Es decir, cada vez serás mucho mejor en eso que estás haciendo y un día llegarás a un nivel en el cual lo que hagas será tan trascendente y notable que será altamente reconocido, no necesariamente con grandes fanfarrias y reconocimientos públicos, pero sí con aspectos más relevantes tales como el prestigio, la credibilidad, la confianza de los clientes y por qué no decirlo, el éxito económico y profesional. Así que ármate de paciencia en esta posible nueva etapa de…anonimato.

Quinta sugerencia: No tomes atajos. Si no te quieres acordar de más nada de lo que te he dicho hoy, acuérdate de esto que escuché hace mucho tiempo. En la vida, todo lo fácil se vuelve difícil y todo lo difícil se vuelve fácil. No te dejes deslumbrar por la felicidad aparente de los que han obtenido el éxito rápido o gracias a coyunturas favorables. O incluso los que por circunstancias de la vida han tenido acceso a algo que tú todavía no has logrado. Todo lo que viene fácil se va fácil, ya sea porque no se le dio el debido valor, o simplemente porque los cimientos que sustentaron el acceso a esas cosas no eran sólidos. Y no me refiero solo a bienes materiales, sino que me refiero a todo en la vida. Sigue siempre enfocado y disfruta el proceso de trabajar duro para lograr esas cosas que quieres, pues te aseguro que cuando tarde o temprano lo logres, la satisfacción será enorme. También recuerda, la vida no es una carrera de velocidad de cien metros; es más bien un maratón.

Sexta sugerencia: No tengas miedo de preguntar ni de decir no sé. El no saber algo no debe asumirse como muestra de debilidad o sinónimo de incompetencia. Mucho menos en un mundo donde literalmente la cantidad de información existente se multiplica casi a diario y el conocimiento se obsoletiza constantemente. De igual forma, los expertos coinciden en que una de las principales cualidades de los grandes líderes y personas realmente exitosas, es su capacidad de preguntar. Es decir, saber qué, cuándo y a quién preguntar. Además, te tengo otra buena noticia. A la gente que sabe o conoce de un tema le encanta que le pregunten, pues los conocimientos son como las buenas noticias, que no tiene mucho sentido saberlas si estas no se comparten.

Séptima sugerencia: Abraza la diversidad. Los humanos buscamos la seguridad y la seguridad está en lo conocido. Es por esto que no es casualidad que tus amigos del curso y de otros ambientes piensen muy parecido a ti y tengan gustos similares a ti. De hecho, incluso, hasta ahora, en muchas ocasiones tú pudiste escoger con quienes hacer los trabajos y los proyectos del colegio. El asunto es, que tal y como te comenté anteriormente vivimos en un mundo global, multicultural e interconectado; y como también te dije, el nuevo escenario competitivo es el globo terráqueo. Así que, seguro que te tocará cada vez más conocer, interactuar y trabajar con personas con realidades, costumbres, preferencias o perspectivas muy diferentes a las tuyas. Y que bueno que esto sea así, pues recuerda que los mejores platos llevan muchos ingredientes y sazones distintos. Así que, amplía la diversidad de tu círculo de personas lo más posible.

Octava sugerencia: Define claramente tus propósitos. Pocas anécdotas explican mejor la importancia de tener un propósito claro que la parte en el cuento de Alicia en el País de las Maravillas en el que ella le pregunta al gato de Cheshire: “¿Qué camino debo escoger? Y este, de forma genial le responde: “Eso depende de hacia dónde quieras ir”. ¿Por qué te comento esto? porque te quiero recordar que el obtener un diploma del colegio o de la carrera universitaria no debe ser un fin en sí mismo, sino el medio para lograr un propósito mayor. O incluso varios propósitos. Y ese o esos propósitos, sean cuales sean, los debes tener muy claros, pues serán el combustible que te alimentará de energía cuando el camino te resulte agotador o se te torne difícil y retador. Y te adelanto que no se vale que ese propósito sea solo ganar mucho dinero. El dinero también debe ser visto como un simple medio para lograr otros propósitos más trascendentes. Te comento también que no importa si cambias de propósito. Es más, de hecho, te aseguro que esto te pasará en la medida que vayas madurando. Lo que sí es importante es que siempre tengas uno, o como dije anteriormente, varios.

Para concluir, no quisiera desaprovechar la oportunidad para también decirte lo siguiente: Presta siempre atención a tu vocecita interna, pues ésta se equivocará muy pocas veces. Práctica la autenticidad, pues no hay nada más agotador que ir por el mundo asumiendo un papel. Oblígate a salir de tu zona de confort constantemente. Desarrolla cada vez más la capacidad de escuchar. Nunca maltrates, subestimes ni atropelles conscientemente a alguien, pues la vida da muchas vueltas. Y por encima de todo, haz todo lo que esté a tu alcance para que, dentro de muchísimos años, cuando seas una persona mayor, no te arrepientas de las cosas que pudiste haber hecho y no hiciste.

Muchas gracias. y te deseo un feliz comienzo de tu nueva vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.